Para Sergio Víctor Palma: “La elegancia de Gustavo Ballas sólo era comparable con la de ‘Uby’ Sacco”. Palma, campeón mundial AMB entre 1980 y 1982 de los Súper gallos, relacionó a dos excampeones mundiales a quienes la vida los trató de manera parecida: la gloria arriba del ring y el fango debajo de él. A ambos las adicciones de la noche, entre ellas las drogas, los derribaron. Ballas, tras la cuenta de protección, se levantó y hoy la sigue peleando de igual a igual. Sacco perdió por nocaut ante ella, el 28 de mayo de 1997 a los 41 años.
Ubaldo Néstor Sacco nació en la ciudad de Buenos Aires pero su vida (y su muerte) se forjó en Mar del Plata. Era versátil para más de un deporte pero eligió el boxeo como su padre, quien estuvo en su rincón siempre.
De su pasado como boxeador, sólo se encuentran elogios: “Sacco era el Maradona del boxeo”, afirmaba el periodista y especialista en boxeo, Walter Nelson, que además fue amigo personal del malogrado púgil. “Sacco me llenaba los ojos. Era sensacional. Sobre el ring, sabía todo. Tenía mucho carisma, justeza en los golpes, gran manejo de la distancia. Era un tipo rebelde”, describió. Tal vez la comparación con el astro del fútbol sea lo suficientemente ilustrativa para dimensionar la figura de “Uby”.
Horacio García Blanco, otro ícono del periodismo deportivo y gran conocedor del deporte de los puños, era fanático del marplatense. Mientras Osvaldo Príncipi diría en un artículo publicado en el diario La Nación, el día posterior a su fallecimiento: “’Uby’ era un crack Sí, un crack, una palabra única, propia para él: técnico y guapo. Boxeador de línea, de izquierda impecable y de derecha pulida como para diferenciar desde la ‘popu’ un gancho o un cross”.
Fue campeón argentino y sudamericano de los Welter Junior, títulos que le arrebató a Roberto Alfaro en 1981 y 1982, respectivamente. En su récord de 52 peleas, con 47 triunfos (23 KO), 4 derrotas y un empate, pasaron Hugo Luero, Lorenzo García, Ramón Abeldaño, Simón Escobar, Horacio Saldaño, el “Chiqui” Valenzuela, todos nombres ilustres de su trayectoria profesional que se inició en 1978 y tuvo su punto cúlmine con la corona mundial AMB conseguida en segunda instancia (7 meses antes había perdido por puntos en Texas con el mismo rival) ante Gene Hatcher, a quien venció por nocaut técnico en el 9° round, el 21 de julio de 1985 en Italia. No pudo reinar ni un año: el 15 de marzo de 1986, el italiano Patrizio Oliva lo venció por puntos en Mónaco y fue su última pelea.
Afectado de meningitis y de un tumor en las fosas nasales se fue de este mundo hace 19 años en un día como hoy. “Que nunca haya una primera vez”, dijo tajante acerca de la droga en sus memorias. Esta es una efeméride que recuerda a “Uby” por su pasado como campeón. Lo que hizo abajo del ring, no le compete a la sección Deportes.
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