Texto: Damián Pellecchia, Boxeo-Boxing.com
Un capítulo más en la apasionante vida de Cecilia “First Lady” Braekhus (66,600 kg / 28-0, 7 KO) volverá a escribirse este sábado, cuando reciba en un colmado Spektrum Arena de Oslo, Noruega, a la francesa Anne Sophie Mathis (66,300 / 27-3-1, 23 KO), donde defenderá —sin TV para el territorio argentino— el poker de coronas CMB/AMB/OMB/FIB de peso wélter, en la vuelta del boxeo profesional al país nórdico, ¡luego de 35 años de prohibición!
Sin duda será un hecho histórico que marcará un antes y después en el pugilismo de la región. Piedra fundamental en el retorno del noble arte al país que la adoptó desde pequeña, la Primera Dama del boxeo será la promotora —First Lady Promotions— de un festival que recaudará más de un millón de euros, producto de las diez mil entradas vendidas —a un promedio de 100 per cápita— y el ingreso de un numeroso aparato publicitario. Ese mismo que permitió vender con bombos y platillos una jornada sin igual, que tendrá al inimitable Michael Buffer en los anuncios, a Wladimir Klitschko en primera fila y numerosas figuras del pugilismo europeo que darán cita en un recinto que anualmente recibe a los Premios Nobel de la Paz.
Cabe remarcar que la preparación de Braekhus sentó bases —junto a su DT, Johnathon Banks— en la cálida región española de Torrevieja. Allí, las sesiones de guanteo se llevaron a cabo con la uruguaya Chris Namús (21-4, 8 ko) —última oponente, a la que derrotó unánime en febrero— y varios aspectos técnicos se delinearon con el bonaerense Emiliano Casal (19-2-1, 9 KO), ex campeón español ligero, Transcontinental superligero y Mundo Hispano wélter, radicado en la zona desde 1999.
Con las cartas listas sobre la mesa, la anfitriona y su poderosa retadora —llamada por muchos la Mike Tyson femenina— revivirán la intensa batalla que mantuvieron en 2012, donde la primera triunfó unánime en las cartulinas.
REPASO DE SU VIDA
Cecilia del Carmen Martínez nació el 28 de septiembre de 1981 en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias bajo ese nombre. Sus padres biológicos, ya fallecidos, dejaron a la pequeña dama en manos de una tía para enviarle dinero de manera esporádica, hasta que un día dejó de llegar.
Por este motivo, ésta decidió dejarla en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en busca de una familia adoptiva. Y la respuesta no tardó en aparecer. A sus pequeños dos años, llegó desde la fría y lejana Noruega un matrimonio dispuesto a brindarle el cariño que no pudo acunar.
A los tres abriles, la existencia de la rebautizada Cecilia Carmen Linda Braekhus sufrió un giro de 180 grados. Instalada definitivamente en Bergen —segunda urbe en importancia dentro del territorio nórdico—, su destino comenzaba a tomar apariencia.
A los 14 tuvo su primer contacto con el deporte. A la postre de afrontar las reiteradas negativas de sus padres adoptivos —una catedrática universitaria y un consultor de inversiones—, que tenían en mente inculcarle una educación meramente académica, la joven Cecilia decidió hacerle caso a su sangre caribeña y emprendió suerte con el Kickboxing. Mal no le fue. Tres campeonatos nacionales, un europeo y un ecuménico, ratificaron su acertada elección por las artes marciales.
Quería más. Los laureles cosechados a lo largo del tiempo influyeron en la decisión de migrar hacia el boxeo en busca de nuevos logros, y con un pequeño detalle: el pleno apoyo de su familia.
Con 20 primaveras en su calendario, Braekhus surgió en el campo amateur y fue dueña de un notable palmarés de 75 triunfos y solo cinco traspiés. En ese marco, se adjudicó la presea de plata en el mundial de Rusia 2005 —categoría 63 kilos—, certamen en el que Yésica Bopp fue bronce en los 48.
No obstante, a los 25 -momento que decidió pasar al plano rentado- se topó con un esperado obstáculo: la prohibición de su país en practicar de la disciplina de forma profesional, en el que vio obligada a buscar un destino incierto. Pero ese freno significó un gran impulso a sus sueños, ya que numerosas promotoras de Europa la esperaban con un jugoso contrato en mano.
Tras analizar cada una de las propuestas, se decidió por la de Wilfried Sauerland, mandamás de la homónima empresa boxística alemana, que además logró que se instale en la populosa Berlín. En dicho terreno obtuvo un significante encomio: ser la primera dama de la promotora en 30 años de vida, donde se desarrolló técnicamente en un gimnasio de elite y junto al afamado entrenador teutón Ulli Wegner.
Los resultados llegaron por sí solos. Debut en Suiza en el año 2007, primeras diademas mundiales en 2009 —wélter CMB y AMB—, consolidación en 2010 al capturar el OMB y proclamación como reina absoluta tras embolsar el cinturón FIB, siendo la única mujer en poseer las cuatro coronas al mismo tiempo, hazañas logradas solo por Bernard Hopkins y Jermain Taylor.
The First Lady, como la conocen en el ambiente, es la número uno del listado libra por libra. Aún queda pendiente el haberse medido con alguna de las top argentinas. A pesar de ello, es la monarca indiscutida del pugilato femenil y una figura que rompió las barreras de la disciplina.
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