El manager californiano Frank Espinoza reveló a ESPN que el púgil mexicano Óscar Valdez combatió ocho rounds con la mandíbula fracturada y aún así, le alcanzó para llevarse una categórica victoria sobre el durísimo Scott Quigg.
Mientras se dirigían al hospital de la UCLA en Torrance, California, donde iba a hacerse los exámenes pertinentes antes de ser sometido a tratamiento, Espinoza comentó que Valdez reveló que sufría molestias desde el quinto asalto, pero, aún así, quiso seguir en la refriega para demostrarle a Quigg que ni la fractura ni la diferencia de peso iban a detenerlo.
Por su lado, Quigg terminó con una fractura de nariz, según se pudo ver durante la pelea y también lo confirmó Eddie Hearn, promotor del púgil británico, a través de sus redes sociales.
Se mencionó que el británico tenía siete libras más de peso que el campeón, lo cual marcó la pauta en el desarrollo de la pelea.
“El hecho de haber combatido de la forma en que Óscar lo hizo, con mucha inteligencia en la pelea ante un hombre que le sacaba muchos kilos de ventaja y pelear como lo hizo, con la lesión en la mandíbula, nos habla de lo que ha hecho Óscar esta noche”, dijo Espinoza a ESPN.
“Vamos a ver los estudios, a esperar a ver qué nos dicen los especialistas, pero hoy, Óscar se ha ganado el respeto de todo el mundo,. Ojalá que no resulte nada grave para que se pueda ir a descansar a casa con su familia”, añadió.
Manny Robles, entrenador de Valdez, confirmó en conferencia de prensa la lesión de Valdez y relató que le pidió al mexicano pelear con la boca cerrada, pese a que el sangrado le provocaba muchos problemas en los asaltos finales de la trepidante batalla en la que salió por la puerta grande al defender por cuarta vez el cetro Pluma de la Organización Mundial de Boxeo.
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