El ex campeón mundial Carlos “Príncipe“ Cuadras se impuso en cerrada contienda al capitalino David “Severo“ Carmona en duelo que lo afianza como el clasificado mundial número uno de peso supermosca y lo acerca a la disputa de la corona que se agenció esta misma noche de forma sorpresiva el tailandés Srisaket Sor Rungvisai.
La reyerta que llegó a millones de hogares a través de las pantallas de Televisa Deportes gracias al esfuerzo conjunto con promociones del Pueblo y con el apoyo de Cavall Sport y Playboy México a través de la señal de los tradicionales “Sábados de Box“ desde la “Meca del Boxeo“ el Madison Square Garden de Nueva York.
El doble contendiente mundialista resultó un auténtico “León Rasurado“ y complicó durante toda la ruta al que fuera medallista de oro en los Juegos panamericanos de 2006; tras un inicio dominante del ex campeón mundial, el capitalino logró emparejar las acciones y responder golpe por golpe a partir de la segunda mitad del combate.
El sinaloense impuso su categoría golpeando y haciendo fallar a Carmona quien se negaba a intercambiar golpes con Cuadras sabiendo que llevaba las de perder, sin embargo el capitalino ganó en confianza con el pasar de los rounds y obligó al “Príncipe“ a hacer ajustes sobre la marcha y sacando provecho de su educada mano izquierda.
Para la recta final ambos presentaban heridas en el rostro, y en el afán de protegerse descuidaron la parte media del cuerpo y el castigo a las zonas blandas aumentó por parte de ambos; aunque Carlos aprovechaba para castigar a dos manos y puntuar en el round por round.
Carmona mostró una resistencia admirable pues pese al desgaste por el combate trabado mantuvo el ritmo de combate planeado, apostando por el contragolpe que hizo desatinar al ex campeón mundial.
Para el cierre de la batalla, los intercambios de golpes aumentaron su frecuencia e intensidad para llegar a las tarjetas que tras los diez episodios marcaron totales de 97-93, 97-93 y 96-94 que no dejaron del todo satisfecho al de Salvador Alvarado Guamúchil, quien había prometido un triunfo por nocaut.
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