El mexicano Rey Vargas terminó con el rostro sangrado tras los cortes provocados por el armenio Azat Hovhannisyan, pero su boxeo le alcanzó para hacer exitosa su tercera defensa del cetro Supergallo del Consejo Mundial de Boxeo en el evento coestelar de la cartelera de Golden Boy Promotions en el Turning Stone Casino de Verona, Nueva York.
Vargas se llevó tarjetas de 118-110, 117-111 y 116-111 para mejorar así su marca profesional a 32-0 con 22 nocauts. Azat, por su lado, se estancó en 14-3 y 11 nocauts al perder por primera vez en más de cuatro años.
El boxeo de Vargas, entrenador por Ignacio Beristáin, le dio la ventaja en la primera parte de la batalla, en la que no se quedó a comprobar el poder del armenio y comenzó a adquirir la ventaja en las tarjetas con el estilo esgrimista que le ha dado buenos resultados desde hace varios años.
Rey, de Otumba, Estado de México, aprovechó bien su mayor alcance y buen manejo del ring para asumir el liderato a pesar de los bombazos del armenio que no llegaron al sitio esperado.
Para la segunda mitad de la pelea, el armenio comenzó a meter más el acelerador y el mexicano, consciente de su ventaja, buscó el contragolpe en espera del error para terminar las cosas antes de que llegaran los jueces, pero el golpe fulminante no llegó y Azat fue sumando más puntos.
En el octavo episodio, un cabezazo de Azat cortó la ceja izquierda de Rey, quien precisamente había terminado sangrado su pasada defensa, en diciembre, ante Óscar Negrete, y en el noveno episodio, el azteca fue con todo a las zonas blandas y estuvo cerca de lograr la detención, pero el retador aguantó valiente.
Para el cierre, Vargas resultó con un nuevo corte, ahora en la ceja derecha, pero a Azat no le alcanzó, pues le faltó precisión y Rey no cometió errores como para pensar en una sorpresa final.
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