El joven boxeador aseguró que no se volverá a montar en motoras y hacer cosas extremas
Por José E. Bartolomei Torres, EL VOCERO
A principios de agosto del 2016, Félix ‘El Diamante’ Verdejo casi tira a la borda su carrera como boxeador luego de sufrir un accidente de motora mientras transitaba por la carretera PR-3 en la jurisdicción del pueblo de Río Grande.
Las lesiones en la cabeza y tórax fueron de tal magnitud, que el joven peleador fue recluido en Centro Médico de Río Piedras por casi una semana. No le costó la vida, pero sí una oportunidad de título mundial ante el monarca peso ligero de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el británico Terry Flanagan.
Varios meses después y a semanas de regresar al ensogado, Verdejo aseguró haber “aprendido la lección”.
“No debo montarme más en motoras y hacer cosas extremas”, explicó el pugilista de 23 años, quien admitió es “una decisión suya” y no una restricción de su compaña promotora Top Rank.
“Al fin y al cabo me pueden aconsejar. Pero está en mí mejorar. Nadie aprende por cabeza ajena. Es caer y levantarse”, manifestó.
Unas declaraciones “sinceras”, según su entrenador Ricky Márquez.
“El sí me ha demostrado una madurez física impresionante. Está trabajando mucho mejor. Más responsable y enfocado”, abundó Márquez. “Le da importancia a esto. Y eso es un buen síntoma. Esperemos que lo proyecte en la pelea, para que el público vea cuán comprometido está con Puerto Rico”, sentenció.
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