El ídolo del boxeo centroamericano Román “Chocolatico” González, expresó su intención de continuar en el boxeo, luego de su dolorosa derrota ante el tailandés, Wisaksil Wangek Sor Rungvisai, el pasado 9 de septiembre en el StubHub de Carson, California. Fue tal el trauma por esta calamitosa derrota que se llegó a pensar en un probable retiro del boxeo de uno de los mejores pesos pequeños de la historia del pugilismo. Ya más tranquilo, reconoce que el tailandés le pegó fuerte y que fue un justo ganador, pero que quiere seguir, buscar otro título y, en un futuro no lejano, conseguir el desquite ante el propio Rungvisai.
¿Qué le pasaría al Chocolatico?
Sin ánimo de buscar excusas, nos hacemos la pregunta por la diferencia que hubo entre la primera pelea y la segunda. En la primera, el 18 de marzo del 2017 en el Madison Square Garden de Nueva York, Chocolatico se vio sorprendido al comienzo por la velocidad de puños de Wisaksil, quien lo llevó a la lona con un golpe al cuerpo, casualmente, de los menos fuertes que pegó en ese asalto, sólo que Román estaba mal parado. Pero con el pasar de los rounds, Chocolatico entró en calor, hizo ajustes en su movimiento de piernas, cintura y sentido de la distancia y penetró en la guardia del zurdo tailandés, llegándole con sus manos.
Sin ánimo de buscar excusas, nos hacemos la pregunta por la diferencia que hubo entre la primera pelea y la segunda. En la primera, el 18 de marzo del 2017 en el Madison Square Garden de Nueva York, Chocolatico se vio sorprendido al comienzo por la velocidad de puños de Wisaksil, quien lo llevó a la lona con un golpe al cuerpo, casualmente, de los menos fuertes que pegó en ese asalto, sólo que Román estaba mal parado. Pero con el pasar de los rounds, Chocolatico entró en calor, hizo ajustes en su movimiento de piernas, cintura y sentido de la distancia y penetró en la guardia del zurdo tailandés, llegándole con sus manos.
González dominó la mayoría de los rounds, siempre arriesgando mucho y enfrentando el peligro de los golpes del asiático. Rungvisai dio la gran batalla en todo momento. Jamás se quedó con sus golpes, incluso hasta en ocasiones en que se le vio al borde del nocaut, lo cual ocurrió en varias oportunidades. El round 12, lo terminó de milagro. Sin embargo y para sorpresa de muchos, al finalizar la gran pelea, los jueces votaron en forma mayoritaria por el tailandés. Así fueron las puntuaciones: Julie Lederman y Glen Feldman la vieron 114-112 por Rungvisai en tanto que la jueza Waleska Roldan la dio 113-113. Revisando las puntuaciones, encontramos el curioso hecho de que Lederman y Feldman otorgaron ganador a Wisaksil desde el round 7 hasta el 11, pero nosotros recordamos que en ese lapso, Chocolatico tuvo varias veces, al borde del Nocaut a Wisaksil. ¿Cómo puede ser entonces, que el tailandés haya ganado todos esos rounds?
Con la sensación de que Chocolatico fue perjudicado por la decisión de los jueces, nuestro pronóstico para la revancha era, obviamente, a favor del nicaragüense. Ahora se cuidaría de los zarpazos del thai, en los primeros rounds. Usaría mucho su cintura, su ubicación alrededor de Wisaksil, cambiando siempre su posición y mejorando sus ángulos de disparo. En la primera, Wisaksil se cansó y disminuyó su endemoniado ritmo de pelea, usado al principio. Ahora, Chocolatico debía tratar de castigar a la línea media acelerando el agotamiento del tailandés y colocándolo en la mejor posición para bombardearlo con sus ganchos en el momento preciso. Para ejecutar este plan de victoria, Román debía subir con una preparación físico atlética impecable; desde el punto de vista sicológico, totalmente blindado y con un estado de alerta superlativo.
Pero no fue así.
Desde el comienzo de la pelea, comenzamos a ver dos detalles preocupantes. Primero, Wisaksil mostraba una confianza desbordante. Presentaba una determinación arrolladora. Se veía con una fortaleza inexpugnable, el cuerpo tallado, una velocidad de puños relampagueante. Sus golpes salían como disparos de cañón. Velocísimos y potentísimos. Chocolatico en cambio, lucía un abdomen algo protuberante y pliegues de grasa en los costados y su espalda. Lo veíamos algo lerdo, no esquivaba los golpes, apenas se cubría con sus brazos. Estaba recibiendo mucho. Ayayay. Por este camino, no iba a llegar muy lejos.
Desde el comienzo de la pelea, comenzamos a ver dos detalles preocupantes. Primero, Wisaksil mostraba una confianza desbordante. Presentaba una determinación arrolladora. Se veía con una fortaleza inexpugnable, el cuerpo tallado, una velocidad de puños relampagueante. Sus golpes salían como disparos de cañón. Velocísimos y potentísimos. Chocolatico en cambio, lucía un abdomen algo protuberante y pliegues de grasa en los costados y su espalda. Lo veíamos algo lerdo, no esquivaba los golpes, apenas se cubría con sus brazos. Estaba recibiendo mucho. Ayayay. Por este camino, no iba a llegar muy lejos.
Todavía esperábamos que Wisaksil disminuyera su impulso inicial y que Román aprovechara esto para emparejar esta desigualdad tan preocupante. Otro detalle a favor de los malos presagios era que los golpes de Chocolatico, al contrario de los de Wisaksil, no se veían precisos ni llevaban fuerza como para hacer daño o detener el desatado ímpetu del thai. Se le vio una leve mejoría en el 3er round. Llegó con algunos golpes y tomó la ofensiva en algunos pasajes. Se asomaba una lejana esperanza. Quizás ahora, Wisaksil bajaría el ritmo y volveríamos a ver al Chocolatico de siempre, agresivo, arrollador y potente. Con esta mejoría en el tercero, salió, o nos pareció que salía, con buen ímpetu para el 4to asalto.
Pero…………………la Hecatombe.
Si bien Román salió entusiasta, en la esquina de Wisaksil también analizaron lo que sucedió en el round anterior y decidieron insistir en retomar la ofensiva y buscar un desenlace violento. Decidido a “Matar o Morir”, Chocolatico se encimó al cuerpo del thai, buscando castigar en el cuerpo a cuerpo. Pero para llegar hasta allá, debía atravesar un Campo Minado. Los misiles de Wisaksil cruzaban el aire con presagios de muerte. Ambos lanzaron sus derechas, pero la del tailandés, fatalmente, entró fracciones de segundos, antes. El disparo fue en plena mandíbula. Traía el impulso del nica, sumado al de Wisaksil. Román doblo, como electrocutado y cayó de espaldas.
Permaneció pocos segundos en la lona, pero se incorporó con dificultad. Mientras le contaban, dio algunos leves traspiés. Estaba tocado, se veía a Ley de un puño para que todo se acabara. Faltaba más de minuto y medio del asalto. Una eternidad. Debía agarrarse y tratar de pasar este momento amargo. Pero no lo hizo así. Por el contrario, se lanzó a cambiar golpes con el tailandés que atacó como un depredador hambriento. Temerarios cruces de derechas se dieron en el centro del ring. Como se veía venir, Wisaksil prendió a Román, nuevamente en la mandíbula y ahora, cayó crucificado en la lona para no levantarse más. Creemos que esta es la derrota más dolorosa del boxeo latino desde los Ko que propinó Thomas Hearns a Pipino Cuevas y a Roberto Durán; También se suman las dos derrotas del ídolo Alexis Arguello ante el “Halcón”, Aaron Pryor.
Si bien Román salió entusiasta, en la esquina de Wisaksil también analizaron lo que sucedió en el round anterior y decidieron insistir en retomar la ofensiva y buscar un desenlace violento. Decidido a “Matar o Morir”, Chocolatico se encimó al cuerpo del thai, buscando castigar en el cuerpo a cuerpo. Pero para llegar hasta allá, debía atravesar un Campo Minado. Los misiles de Wisaksil cruzaban el aire con presagios de muerte. Ambos lanzaron sus derechas, pero la del tailandés, fatalmente, entró fracciones de segundos, antes. El disparo fue en plena mandíbula. Traía el impulso del nica, sumado al de Wisaksil. Román doblo, como electrocutado y cayó de espaldas.
Permaneció pocos segundos en la lona, pero se incorporó con dificultad. Mientras le contaban, dio algunos leves traspiés. Estaba tocado, se veía a Ley de un puño para que todo se acabara. Faltaba más de minuto y medio del asalto. Una eternidad. Debía agarrarse y tratar de pasar este momento amargo. Pero no lo hizo así. Por el contrario, se lanzó a cambiar golpes con el tailandés que atacó como un depredador hambriento. Temerarios cruces de derechas se dieron en el centro del ring. Como se veía venir, Wisaksil prendió a Román, nuevamente en la mandíbula y ahora, cayó crucificado en la lona para no levantarse más. Creemos que esta es la derrota más dolorosa del boxeo latino desde los Ko que propinó Thomas Hearns a Pipino Cuevas y a Roberto Durán; También se suman las dos derrotas del ídolo Alexis Arguello ante el “Halcón”, Aaron Pryor.
¿Qué faltó y que puede hacer ahora?
Lo primero, sin duda, debe ser descansar y reflexionar al pasar de los días. Algunos críticos y aficionados que siguen con interés el boxeo, opinan que en Supermosca no es el mismo y que debe tratar de bajar a Mosca. Otros piensan –y él lo ha dicho, también-, que debe cambiar de entrenador y de equipo. Otras opiniones expresan que no sería mala decisión, retirarse ya, del boxeo. Pero Chocolatico piensa seguir. Ha dicho que le han hablado de una pelea con el Campeón Supermosca de la AMB, el británico Khalid Yafai, quien se mantiene invicto en 22 peleas con 14 Kos. Yafai ganó el título venciendo por decisión unánime en Manchester, Reino Unido, al panameño Luis “Nica” Concepción. Ahora, Yasai defenderá su corona el 28 de octubre en Cardiff, Gales ante el también invicto japonés, Sho Ichida. El nipón exhibe record de 24 triunfos y 13 Kos.
Lo primero, sin duda, debe ser descansar y reflexionar al pasar de los días. Algunos críticos y aficionados que siguen con interés el boxeo, opinan que en Supermosca no es el mismo y que debe tratar de bajar a Mosca. Otros piensan –y él lo ha dicho, también-, que debe cambiar de entrenador y de equipo. Otras opiniones expresan que no sería mala decisión, retirarse ya, del boxeo. Pero Chocolatico piensa seguir. Ha dicho que le han hablado de una pelea con el Campeón Supermosca de la AMB, el británico Khalid Yafai, quien se mantiene invicto en 22 peleas con 14 Kos. Yafai ganó el título venciendo por decisión unánime en Manchester, Reino Unido, al panameño Luis “Nica” Concepción. Ahora, Yasai defenderá su corona el 28 de octubre en Cardiff, Gales ante el también invicto japonés, Sho Ichida. El nipón exhibe record de 24 triunfos y 13 Kos.
De salir victorioso, Yasai defendería su título el año que viene ante Chcolatico. Si el resultado fuese favorable, el nicaragüense quedaría nuevamente ubicado en un lugar favorable para buscar peleas ante sus conocidos Carlos Cuadras, Juan Estrada, el temible Wisaksil Wangek Sor Rungvisai y el “Monstruo” japonés Naoya Inoue. Pero lo más preocupante es, si el Choco se habrá recuperado del traumatizante nocaut del pasado 9 de septiembre. ¿Donde va a entrenar, ahora? Hay muchos comentarios. Que si debe buscar a un consagrado como Robert García o Nacho Beristain o Freddie Roach. Hasta se ha mencionado a Tito Trinidad, Padre. Pero la otra es que se ha dicho también que Chocolatico no entrenó debidamente para este combate, el campeón mexicano José Nery lo había señalado. Dicen también que se ha aficionado a la vida mundana y que ha tenido problemas con su padre al que ha tratado con rudeza.
Si Chocolatico no se va a dedicar en cuerpo y alma a su recuperación, mejor es que se retire y no lleva golpes demás. Ya es muy comentado el hecho de que no se ha dedicado con el afán requerido por un Campeón de su categoría a su preparación atlética. Ya le rehúye al sacrificio, a las carreras, a los madrugonazos y al acostarse temprano después de comer con mucho régimen. Esperamos que vuelva a ser aquel Chocolatico de sus mejores épocas, que era un atacante extraordinario, un rematador implacable y un Campeón excepcional.
Si Chocolatico no se va a dedicar en cuerpo y alma a su recuperación, mejor es que se retire y no lleva golpes demás. Ya es muy comentado el hecho de que no se ha dedicado con el afán requerido por un Campeón de su categoría a su preparación atlética. Ya le rehúye al sacrificio, a las carreras, a los madrugonazos y al acostarse temprano después de comer con mucho régimen. Esperamos que vuelva a ser aquel Chocolatico de sus mejores épocas, que era un atacante extraordinario, un rematador implacable y un Campeón excepcional.
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