José A. Sánchez Fournier | El Nuevo Día/PuertoRico
El ucraniano tiene un universo de posibilidades para venideros combates.
La victoria de Vasyl Lomachenko sobre Nicholas Walters el pasado sábado en Las Vegas no solo lo catapultó al ucraniano como uno de los mejores peleadores de la actualidad; también lo solidificó como la máxima figura en las 130 y135 libras, dos de las divisiones más ataponadas de talento en el boxeo hoy día.
“Lomachenko se ve fácil de vencer, pero no es fácil”, dijo el domingo Román Rocky’ Martínez, quien cayó por nocaut en tres asaltos ante el fenómeno de Ucrania, el 11 de junio pasado en el Teatro del Madison Square Garden de Manhattan.
Aunque Waltes llegó al pleito del sábado con marca invicta y merecida fama como uno de los pegadores más fuertes en su división (21 nocauts en 26 triunfos), el jamaiquino fue sencillamente asfixiado por un Lomachenko que no solo demostró su impecable técnica, agregándole fortalecida pegada y tendencia a presionar ofensivamente, algo que no era tan común en sus primeras peleas profesionales.
Como si fuera poco, el cuatro veces campeón mundial aficionado y dos veces campeón olímpico puso en vitrina mucha de la maña boxística y triquiñuelas en los agarres que no tenía cuando -en apenas su segunda pelea profesional- perdió una apretada decisión dividida ante Orlando “Siri” Salido, el primero de abril de 2014 en San Antonio, Texas.
Salido es uno de los veteranos más aguerrios, tenaces y aguzados que ha visto el pugilismo en el siglo XXI. Para la pelea con Lomachenko, el Siri no se preocupó en intentar de dar el peso máximo permitido para la pelea por el título vacante pluma de la Organización Mundial de Boxeo: 126 libras. En vez, pesó 128.25 libras en el pesaje oficial de la víspera (Lomachenko dio 125.25) y la noche de la pelea marcó extraoficialmente 147 libras (Lomachenko, 126). Básicamente, Siri era un peso welter enfrentando a un peso ligero.
El guerrillero mexicano utilizó su ventaja en corpulencia y a fuerza de empujones, golpes legales y hasta ilegales, logró vencer a un Lomachenko que debido a su inexperiencia y pedigrí aficionado optó por no reciprocar las tácticas rudas de su rival.
Lomachenko aprendió la lección y desde entonces no solo exige estrictas cláusulas contractuales que imponen altas multas al rival que llegue sobre peso. Además, ha aprendido e implementado las tácticas rudas y sagaces que no demostró entonces.
En resumen, aunque ya era considerado el mejor peleador en la historia del boxeo amateur moderno (la época del conteo de golpes, de 1992 a 2012), Lomachenko ha mejorado con cada una de sus salidas profesionales.
“Es un peleador rápido y usa los laterales demasiado de bien. No veo por ahora a nadie ganándole”, opinó Martínez, quien perdió el título 130 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante Lomachenko. “Y va a invadir varios pesos, como Pacquiao”.
Bob Arum, promotor y quizás fanático número uno de Lomachenko, está convirtiendo al ucraniano en uno de los baluartes de su empresa, Top Rank, y desarrollándolo como una futura superestrella taquillera y televisiva. Arum ha comentado sobre posibles futuros combates de Lomachenko en las 130, 135 y hasta 140 libras. Recordando que estas son de las divisiones más colmadas de talento, adjunto un resumen de posibles oponentes futuros de Lomachenko.
¿Estará entre ellos alguien que logre detenerlo?
Orlando ‘Siri’ Salido (43-13-4, 30 nocauts)
El ex campeón mundial 126 y 130 libras viene de una cerrada derrota ante Rocky Martínez y sendos controversiales empates con Martínez y Francisco Vargas. La mayoría de los observadores entienden que el Siri ganó ambas, por lo que estas criticadas decisiones no han afectado su posición entre la fanaticada.
Salido prácticamente garantiza una pelea de acción, sin importar su rival. Lomachenko ha expresado muchas veces que desea vengar su derrota ante el guerrero de Ciudad Obregón. Salido también quiere la revancha y ya que tiene una muy buena relación con el promotor de Lomachenko, es muy probable que se vuelvan a enfrentar, quizás en la próxima pelea de Lomachenko.
Terry Flanagan (32-0, 13 nocauts)
Tras su victoria del sábado sobre el boricua Orlando Cruz, el campeón 135 libras de la OMB dijo que aceptaría un duelo con su homólogo en las 130 libras. Sin embargo, Flanagan torpedeó sus posibilidades de asegurar un lucrativo combate con Lomachenko. Su triunfo sobre Cruz –vía nocaut técnico en ocho rounds- fue anticlimático y hasta decepcionante. Ante un rival en desventaja de tamaño, fuerza, alcance, que peleaba en reversa y apenas tiraba golpes, Flanagan no mostró instinto rematador ni gran calidad ofensiva.
Además, el británico tiene una defensa mandatoria señalada para la primera mitad del año entrante, y tiene que vencer al prospecto boricua antes de soñar con el fenómeno ucraniano.
Félix Verdejo (22-0, 15 nocauts)
En múltiples ocasiones Lomachenko ha dicho que Verdejo fue su rival más fuerte durante los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Lomachenko venció a Verdejo 14-9 en los cuartos de finales del torneo y tras firmar profesional alabó al boricua, diciendo que fue el rival más difícil que enfrentó como amateur.
Ese trasfondo, el carisma del boricua y el hecho de que ambos están firmados bajo Top Rank significa que Lomachenko-Verdejo es una megapelea casi garantizada para un futuro lejano. Claro está, esto si Verdejo tiene un exitoso retorno al ring tras su accidente en motora y logra alcanzar las grandes expectativas que su promotor tiene fijadas en El Diamante.
Francisco Vargas (23-0-2, 17 nocauts)
“Quiero a Vargas”, fue la respuesta de Lomachenko cuando –aún en el ring tras noquear a Walters- se le preguntó a quién le gustaría enfrentar próximo.
El Bandido es el campeón 130 libras del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y Vasyl ha dicho que quiere unificar antes de subir a las 135 libras.
Eso dijo tras conquistar su primer título mundial –el de la OMB en el peso pluma- en apenas su segunda pelea. Pero ninguno de los otros campeones de la división estuvieron dispuestos a enfrentarlo, a menos que fuera por una bolsa multimillonaria.
Debido a que Vargas está firmado por la Golden Boy Promotions de Oscar De La Hoya, luce como poco probable que esta empresa pida una bolsa monumental para medirse a Lomachenko. Vargas puede darse el lujo de exigir porque es un peleador popular entre los mexicanos y tiene en su bandeja posibles revanchas con Takashi Miura y Orlando Salido, que serían peleas de buena bolsa y en las cuales luce con mayores posibilidades de triunfo.
José Pedraza (22-0, 12 nocauts)
Uno de los peleadores más maltratados por la industria boxística en años recientes, el cidreño ha sido evitado por muchos de los peleadores más destacados en las 130-135 libras. Sin embargo, a pesar de que es el campeón júnior ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), ninguna de las luminarias en estos pesos da un paso al frente para enfrentarlo.
Boxeador de un elevado calibre técnico, sólida defensa, ambidiestro y guapo, el estilo del ‘Goldo’ Pedraza es de los que mejor parece encajar con Lomachenko, al menos en papel. Sin embargo, Top Rank ni lo menciona cuando habla del futuro de Lomachenko.
Además, Pedraza ya tiene señalada una defensa mandatoria ante Gervonta Davis (16-0, 15 nocauts) el 14 de enero en el Barclays Center de Brooklyn. Aunque Pedraza tiene un resumé muy superior a su rival, Davis es el querendón de Floyd Mayweather Jr., promotor del evento, y necesitará una dominante victoria para retener su título y reafirmar su relevancia como campeón.
Pedraza también ha dicho que ya tiene problemas para dar el límite peso júnior ligero, por lo que incluso ganándole a Davis se podría ver obligado a entregar su corona.
Y si la crema de las 130-135 libras le saca el cuerpo teniendo una corona, probablemente será peor si abandona su título.
Jason Sosa (20-1-4, 15 nocauts)
El Canito es un peleador tenaz y de pegada. Al momento es el campeón 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo y viene de una emocionante victoria sobre Stephen Smith.
Sosa le dijo a este diario que su copromotora Top Rank le ofreció una pelea unificatoria con Lomachenko, pero que la bolsa fue muy por debajo de lo que ellos esperaban.
El ucraniano tiene múltiples opciones, pero si no logra cuajar el pleito unificatorio con ‘El Bandido’ Vargas o la revancha con el ‘Siri’ Salido, Sosa podría ser una opción tentadora.
Mikey García (35-0, 29 nocauts)
García iba encaminado al estrellato cuando repentinamente se peleó con su promotora, Top Rank. Tras pleitos legales, la empresa y el púgil eventualmente rompieron relaciones. El costo para García fue que su nombre dejó de sonar en los círculos boxísticos y que ha hecho una sola pelea desde enero de 2014, un espacio de casi tres años.
En enero próximo, García enfrentará Dejan Zlaticanin por el título ligero del CMB. Si gana, podría ser un rival atractivo en el futuro.
Pero la quebrantada relación con Top Rank podría ser un obstáculo.
Terence Crawford (29-0, 20 nocauts)
El campeón unificado de la OMB y el CMB es otra de las estrellas ascendentes de Top Rank. Por esto luce difícil un choque con Lomachenko. Si el ucraniano sigue demoliendo la oposición y asciende a las 140 libras, quizás se pueda concretar un megachoque entre ambos.
Manny Pacquiao (59-6-2, 38 nocauts)
La leyenda filipina está en el ocaso de su carrera pero aún es uno de los mejores peleadores en su peso y actual campeón welter de la OMB.
Están en pesos muy separados y ambos tienen múltiples opciones en su plato. Pero Pacquiao ha dicho que le gustaría bajar a las 140 libras para medirse a Crawford, así que un choque futuro con Lomachenko en ese peso no suena descabellado.
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