BOXEO TOTAL: GAMBOA ABANDONA CONTRA CASTELLANOS EN LAS VEGAS EN EL

domingo, 7 de mayo de 2017

GAMBOA ABANDONA CONTRA CASTELLANOS EN LAS VEGAS EN EL






Por Andrés Pascual

El cubano Yuriorkis Gamboa (27-2, 17 KO's) eligió quedarse sentado en su esquina y perder por abandono, que seguir peleando contra el mexicano Robinson Castellanos (24-12, 14 KO's); el oriental echó a un lado la máxima “ser campeón obliga a algo, a ganar o a perder como se supone que debe y tiene que caer un campeón...”, fue en el 7mo asalto.

¿Podía seguir Yuriorkis Gamboa en el momento trágico que le ha puesto en ascuas su futuro como peleador de grandes ternas? Nadie lo sabe, tal vez se frustró, tal vez consideró que no le queda más para brillar en Fistiana y decidió ahorrarse castigo innecesario...

Por lo que haya sido, abandonar es una actitiud poco deportiva cuando hay fanáticos que pagaron la entrada y lo vieron caminar por sus pies hacia la esquina, no ayudado por brazos ajenos.

Gamboa no recibió ni la 5ta parte del castigo que Ultiminio en México tras once sangrientos episodios de crueldad y fiereza indescriptibles ante Vicente Zaldívar, ni el mismo % en el pleito Frazier vs Alí, en que el bravo Joe no pudo salir porque no podía, sencillamente no podía levantarse de la banqueta.

El antillano no estaba lastimado y eso es lo censurable, otro “no más”, mucho más opaco y anti-deportivo que el de Durán contra Leonard en 1981.

Robinson Castellanos fue otro boxeador mexicano sin la clase de las estrellas de su país, pero guapo, confiado, fajador y, desde el mismo primer round, con un gesto en la cara que esbozaba la sonrisa burlona de quien estaba seguro de que podía.

No hay apuntes técnicos de “sabiondos de cuneta”, el cubano subió sin ganas, nunca estuvo goloso ni le demostró a la clientela que quería más dinero bueno, las cantidades que producen las grandes peleas del boxeo actual.

Gamboa no quiso boxear, no quiso representar al boxeo cubano, tan necesitado de acciones positivas, y anoche en Las Vegas cayó dos veces por golpes casi telegrafiados, porque, quien sube al ring, sobre todo si tuvo su momento glorioso, necesita dejar su nombre en libros de oro lo más limpio y brillante posible, no la mácula que bajó del cuadrilátero en que cedió su clase ante un peleador punto menos que mediocre para la estatura que se supone tenía el oriental. El pleito fue la estelar de la cartelera en la división ligera a 10 rounds.


Ni la inactividad prudencialmente interesante (14 meses) ni la falta de trainning, pueden justificar la derrota del antillano, perdió porque no quiso boxear, el sabrá la razón, que lo juzgue el cielo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario