Félix “El Diamante” Verdejo está satisfecho con el desenlace de su primera pelea, siete meses después de sufrir una inesperada derrota por nocaut técnico que germinó incertidumbres sobre su futuro en el boxeo rentado.
Ahora bien, eso no significa que esté totalmente conforme con su actuación.
Verdejo derrotó con mínima esfuerzo al mexicano Yardley Armenta Cruz antenoche en el combate estelar de una deslucida cartelera que tuvo como escenario el Coliseo Mario ‘Quijote’ Morales en Guaynabo.
La función estuvo teñida por peleas disparejas y desorganización.
El pleito estelar terminó en los segundos iniciales del segundo asalto cuando Verdejo conectó un corto gancho de izquierda que sacudió la cabeza de Armenta, quien presentó poca resistencia y cayó a la lona y no se recuperó.
Para Verdejo, es el tipo de victoria que le ayuda a recuperar la confianza, pero advirtió que también le sirve para esforzarse con mayor ímpetu en el gimnasio para alcanzar las metas que se ha trazado.
“Acabar la pelea por nocaut es lo que uno quiere, pero me hubiese gustado más asaltos para tener más fogueo. Venga un oponente fuerte o regular tener la capacidad física para desarrollando ese tren de pelea. Quiero seguir demostrándome que puedo dar más que eso y puedo llegar lejos para Puerto Rico. Me sentí diferente... bien físicamente; aprendí cosas... y mentalmente me siento bien preparado”, expuso Verdejo en la conferencia post pelea.
Ricky Márquez, manejador y entrenar de Verdejo, sostuvo que no tiene claro cuándo su pupilo estará nuevamente en el ensogado.
“Félix no peleó casi. Está listo para un corto descanso para entrenar de nuevo”, dijo Márquez a la vez que anticipó que los ejecutivos de la empresa promotora Top Rank se comunicarán para trazar la estrategia a seguir para el joven púgil.
Verdejo, por su parte, le dio la bienvenida a mayores retos.
“Tengo la motivación y el hambre de seguir para alcanzar metas. El que quiera pelear, estoy listo para cualquiera. Quiero enfrentarme a los mejores”, afirmó.
En otros resultados, el peso pluma Pedrito Márquez (10-1, 6 KO) le puso sabor a la cartelera con un emocionante combate ante el mexicano Isao Gonzalo Carranza Torres. Ambos peleadores comenzaron agresivos con intercambios en el centro del ring, pero fue Márquez quien conectó los golpes más contundentes, particularmente, en los planos bajos de Carranza.
Sin embargo, el mexicano no dio marcha atrás e insistió en dar batalla. Intentó mantener a Márquez a distancia con largos jabs, pero la estrategia no rindió frutos. Márquez pudo penetrar la defensa de Carranza.
Incluso, Márquez arrinconó a Carranca en una esquina neutral con la intención de acabar la pelea. No obstante, el mexicano esquivó con efectividad lo que drenó un poco las fuerzas de Márquez.
Eso provocó que Márquez tomará el quinto asalto para recuperar el aire aunque se mantuvo activo. Para entonces, el rostro de Carranza ya proyectaba los efectos del castigo y daba señales de desgaste.
El concluir el sexto episodio, Carranza se dirigió a su esquina agotado. Les indicó a sus entrenadores que la mano izquierda estaba lastimada y no podía continuar. Márquez fue declarado ganador a los dos segundos para el inicio del séptimo.
“Lucí bien. En los asaltos finales esperaba apretar más, pero el rival decidió no pelear. No me desgasté, sino un poco desganado aunque luego apreté y el oponente no pudo aguantar la presión”, reaccionó Márquez.
Mientras tanto, Midyael “El Diamante Negro” Sánchez acertó una recta de derecha el costado de su oponente Moisés Carrasquillo, quien ser agarró la zona dejando claro de que estaba lastimado cuando apenas transcurrieron 25 segundos del asalto inicia. El árbitro Ismael Quiñonez Falú, por alguna razón, no llevó a cabo el conteo de protección y decidió acabar la pelea. Carrasquillo no hizo una señal de que estaba inhabilitado para continuar.
Sánchez, quien lucía algo confundido por la situación, fue declarado ganador.